¡Maldita sea, me han mememaldito! Mentxu, heredo el testigo, cumplo con mis obligaciones y traspaso la maldición.
Coge el libro mas cercano, ve a la pagina 18 y transcribe la línea 4:
«cuando se marcha.«
Es el cuarto verso del poema «Duermete, duermete» de Mª Jesús Rodríguez Barberá, está en su libro La décima musa (Safo de Lesbos), XIV Premio de Poesía «Ana de Valle». Este libro consta de 19 poemas, cada uno inspirado-encabezado por un poema de Safo.
Safo, qué poco conocida, cuánta profundidad en los fragmentos que nos han llegado. Tengo dos fragmentos preferidos de esta poeta: «Yo te busqué y llegaste,/y has refrescado mi alma que ardía de ausencia» y «No se qué hacer, mis deseos son dobles.»
Cuenta lo último que viste en la tele:
Anoche, después de volver del puente, cansada y sin criterio, vi un pedacito de película acerca de la hipocresía de la clase alta inglesa y americana de vacaciones en un pueblo de Italia. Una joven esposa es arrastrada por las habladurías a cometer adulterio… ¿Al final lo comete? No lo sé, porque apagué la tele antes de que terminara la película.
Aparte del ruido del ordenador, ¿qué más se escucha en este momento?
La radio, y mi pequeño de tres meses que está empezando a escuchar sus propios grititos, también se ha descubierto las manos, así que está muy gracioso «bailando sevillanas».
¿Cuando te reíste por última vez?
Ahora. Me río mucho, me gusta reír a carcajadas. Debería ser obligatorio reir en voz alta.
¿Qué hay en las paredes donde te encuentras ahora mismo?
Hay unas estrellas hechas con cartulinas de color naranja y amarillo, y adornadas con brillantina. También un cuadro pintado por la mujer de mi suegro… ¿mi suegrastra?
¿Como estás vestido/a en este momento?
Camiseta verde amplia, que permite dar el pecho cómodamente, sin apreturas, pantalón vaquero negro y zapatillas rojas.
Algo que los bloggers no sepan sobre ti:
No se lo que los bloggers saben de mi.
¿Qué imagen podría definirte?
Azul, debería de ser azul…
pero es negro.
Ésto es una cadena, así que mememaldigo a Rossanova, él decidirá si rompe la maldición o la perpetúa.
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